Víspera de Feriados.....se Acaba el Mundo
Ya que ha acabado la fiesta religiosa de Semana Santa, lejos uno de los feriados más aburridos del calendario en mi opinión, no puedo evitar darme cuenta de que existe un denominador común para todas las vísperas de feriado: ir al supermercado.
Fue exactamente el jueves anterior a Viernes Santo, tuve que comprar algo tan simple y necesario como leche y fósforos. No importa que me haya tomado la molestia de esperar a ir a una hora donde hay menos gente, porque en cuanto llegué, el supermercado estaba lleno de tope a tope, y las cajas con filas interminables de carros llenos, What the Fuck!?
No logro entender por qué la gente, tiene la tendencia de abastecer sus refrigeradores justo un día antes de que el supermercado cierre, o bien el horario de cierre sea más temprano de lo normal, porque al día siguiente es fiesta. Estoy de acuerdo que el chileno en particular tiene la tendencia de hacer todo a última hora, pero realmente llenan los carros y arrasan con todo, como si se fueran a preparar para una guerra atómica. ¡Me pregunto dónde esconden sus bunkers! ¡Es sólo un puto día en que el supermercado va a estar cerrado! luego todo vuelve a la normalidad. No me trago esa de que no tienen nada en el refrigerador o en sus despensas como un par de huevos, arroz o fideos ¡sigue siendo comida!
Como sea, para cuando iba camino hacia la sección de leches, pasé frente a la zona de los pescados. Para esas alturas, y eran sólo las 3 de la tarde -la mejor hora para ir a comprar, según yo, porque tienes el supermercado a tu entera disposición- ya casi no quedaba nada. Sólo un par de trozos y algas de mal aspecto, a un precio ridículamente caro. Lo que me lleva a hablar concretamente de la Semana Santa.
***¡AVISO DE ALERTA!*** Para los extremadamente religiosos, dejar de leer AHORA, porque la Perra Mala del Oeste está a punto de dejar su opinión sin respeto.
No soy una erudita ni catedrática en las Sagradas Escrituras, como ya lo he mencionado anteriormente, aunque nunca he oído hablar de que en Viernes Santo -y de preferencia los días que le siguen hasta el Domingo de Resurrección- se deba comer pescado. Hasta donde entiendo, sólo se tiene que evitar el consumo de carnes rojas, porque se supone que te estás comiendo el cuerpo de Cristo y esas cosas. La verdad, es que si ese día decido hacerme un buen bistec, no me considero una caníbal, ¡puta, me estoy comiendo una vaca no más! Es más, a lo largo de mi vida (jamás revelaré mi edad, pero puedo decir que he vivido bastantes Semanas Santas), en más de alguna oportunidad he comido carne roja, y aún no me ha partido un rayo ni tampoco me he ido al infierno. El Vaticano tampoco se ha enterado de esto, así es que no he sido excomulgada hasta la fecha, ¿y saben qué? me he comido ese jugoso bistec sin remordimientos. No por rebeldía en contra de las tradiciones religiosas (respetable a quienes las siguen), sino porque simplemente no pienso en eso como un Pecado Capital. Bueno, está bien, probablemente cuando me muera y San Pedro me reciba en las puertas del cielo, me va a mandar de una sola patada en el culo al Infierno para hacerle compañía al cornudo con cola de flecha, más conocido como Satanás. Pero al final del día, sigo siendo la Wicked Bitch of the West, así es que probablemente mi caldero de oro en el infierno ya lo tengo ganado, independiente de haber comido carne cuando no se debe hacer.
Como sea, TODOS los años sin excepción, aparecen los reportajes en las noticias anunciando el alza del valor de pescados y mariscos. Miles de personas se quejan de cómo los precios suben al punto de transformarse en un verdadero robo a mano armada, ¡y siguen comprando a precios inflados! ¿es que no vieron el noticiero? o ¿simplemente sufren de amnesia temporal? Para esto, voy a citar una frase célebre de mi papá "advertidos doblemente idiotas" What a bunch of assholes! ¡Pero no! Se los advierten todos los años y sin embargo ahí parten todos a comprar pescado y quejarse después. ¡VALOOOOOOR!
Bien, vamos a comenzar con un ejercicio bastante sencillo.......un día antes del Viernes Santo, los invito cordialmente a echarle un ojo a sus heladeras y alacenas, ¿qué encontrarán ahí? No me digan que no tienen pastas y salsa de tomates, no me digan que no tienen una caja de puré de papas instantáneo, unos sobres de sopa, huevos, arroz, pollo en el congelador (entre otros), ¡y nada de eso es carne roja, pero sigue siendo un almuerzo/cena! Eviten todo tipo de carnes si quieren, pues entonces no hace nada de mal hacer una dieta vegetariana sólo por un día. Y a diferencia mía, les aseguro que al infierno no se van a ir.
Cambiando un poco de tema, quiero aclarar la razón por la cual considero Semana Santa el feriado más aburrido del calendario. En primer lugar, ligado a todas las prohibiciones sobre la comida mencionadas recientemente, y otros placeres culpables como el cigarro y alcohol -placeres también prohibidos para los creyentes fanáticos durante estas fechas-.
Segundo, eso de estar asistiendo a misa prácticamente durante todo el fin de semana. Nunca me ha gustado ir a misa, porque eso de párate, siéntate, párate, siéntate, me cansa. Además jamás he logrado entender una sola palabra de lo que dice el cura. ¡Pareciera que están hablando dentro de un vaso! Sólo se escucha un murmullo, y al final termino copiando lo que hace el resto de los asistentes, sólo entonces sé que hay que rezar un Padre Nuestro o un Ave María.
Tercero, estoy más que harta de ver Jesus de Nazareth (la de Franco Zefirelli) en la televisión, ¡Hasta cuándo mierda! Hoy en día existen miles de producciones, bastante mejor realizadas que hablan de lo mismo ¿no pueden ser un poco más creativos con la programación? Esa cinta está ya tan vieja y usada, que hasta el audio es horrible, y se escucha un sonido de fondo, bastante molesto por cierto, muy parecido a la aguja sobre un disco con pelusas. Felizmente existen los canales pagados, y para mi suerte ese día justo estaban dando la tercera parte de El Hobbit, ¡un agrado! Pero para aquellos que no tienen la suerte de poder contratar cable, ¿qué pasa?.......a ver Jesús de Nazareth no más, o el Via Crucis directo desde El Vaticano.
Finalmente, me tocó estar en España durante una Semana Santa (viví en Madrid un año), y me topé con unas procesiones como sacadas de una película de terror. Donde fuera que iba,me encontraba con un tumulto de gente siguiendo una especie de estatua o imagen de Cristo (si tienen algún nombre en particular ni idea de eso), que se notaba a leguas que pesaba toneladas. Estas imágenes eran llevadas en los hombros de unos encapuchados que más parecían integrantes del Ku Klux Klan que seguidores del amor a la religión misma. Detrás los seguían cientos de creyentes llorando en histeria colectiva, y otros tantos auto flagelándose en la espalda al punto de sangrar.
Imaginen el siguiente cuadro, un Cristo con una cara de sufrimiento horrorosa y la sangre corriendo por su frente y cuerpo -que no logras sacarte de tu mente por largo tiempo- más los encapuchados al estilo Ku Klux Klan (que nada bueno hicieron en su vida más que matar inocentes), y a eso agregado las multitudes llorando sin parar, junto a los imbéciles que hacen penitencia dándose golpes a espalda desnuda, todo este recorrido ¡por kilómetros! Comprenderán que cuando vi eso, decir que me cagué de susto es poco, creo que la película El Exorcista es para niños en comparación a estas procesiones del terror, porque personalmente creo que no hay mejor palabra para describirlo y créanme que El Exorcista es LA película que ha logrado quitarme el sueño ¡por años!
¿Qué hice a continuación? ¡Salí cagando de ahí! ¡Llegué a echar humo corriendo! Me tomé un avión y me fui a visitar a una amiga en Londres para escapar de esa monstruosidad. Aunque estas demostraciones de fe, no son sólo en España, se realizan en varios países, y en algunos hasta llegan al extremo de crucificarse (práctica que por fin, creo, se ha prohibido, aunque no hace mucho).
Con todo esto, ¿realmente esperan que Semana Santa me guste o la disfrute? ¡No me gusta en lo absoluto! Sí ¡lo dije y qué! Y para los que me consideran una blasfema por decir esto, pues ya fueron advertidos de que no siguieran leyendo. ¡Advertidos de antemano! No se aceptan quejas posteriores.
Pero retomemos el tema principal que son las vísperas de feriado, lo de la Semana Santa es sólo un ejemplo (bastante largo, debo reconocer). ¿Qué es esta especie de paranoia que se genera porque el supermercado va a cerrar sólo un día? ¡Un día! ¡24 fucking horas! Si vas muy cercano a la hora de cierre, ya no hay nada, y los estantes están completamente pelados. Es como una especie de pandemonium que se crea como si el mundo se fuera a acabar. Han pasado décadas de la época del racionamiento, así es que no le veo el sentido. Por lo menos siempre tengo un paquete de fideos o unas salchichas congeladas para comer, así es que me importa un bledo si al día siguiente no tengo dónde ir a comprar comida. Y si no tienen nada, siempre existen los restaurantes. Se gastan la mitad del sueldo llenando los carros como locos y con desespero pensando que no habrá jamás reposición de los proveedores. Les aseguro que salir a comer fuera les va a salir más barato, y mejor aún, no tendrán que lavar platos después. ¿Y qué pasa cuando el supermercado abre nuevamente? Ahí parten los huevones a hacer las compras de la semana, como si ya no hubiesen comprado lo suficiente. Lo único que van a conseguir con esto, es que tiempo después se van a encontrar con una serie de alimentos vencidos y/o podridos, y olor a muerto que sale desde sus refrigeradores, o creando un nuevo ecosistema cultivando hongos, ¡y no! ¡no van a descubrir la cura al cáncer con eso! Así es que no lo usen como excusa.
¡Piensen con la cabeza mierda!
¡Lo dije y qué!
No logro entender por qué la gente, tiene la tendencia de abastecer sus refrigeradores justo un día antes de que el supermercado cierre, o bien el horario de cierre sea más temprano de lo normal, porque al día siguiente es fiesta. Estoy de acuerdo que el chileno en particular tiene la tendencia de hacer todo a última hora, pero realmente llenan los carros y arrasan con todo, como si se fueran a preparar para una guerra atómica. ¡Me pregunto dónde esconden sus bunkers! ¡Es sólo un puto día en que el supermercado va a estar cerrado! luego todo vuelve a la normalidad. No me trago esa de que no tienen nada en el refrigerador o en sus despensas como un par de huevos, arroz o fideos ¡sigue siendo comida!
Como sea, para cuando iba camino hacia la sección de leches, pasé frente a la zona de los pescados. Para esas alturas, y eran sólo las 3 de la tarde -la mejor hora para ir a comprar, según yo, porque tienes el supermercado a tu entera disposición- ya casi no quedaba nada. Sólo un par de trozos y algas de mal aspecto, a un precio ridículamente caro. Lo que me lleva a hablar concretamente de la Semana Santa.
***¡AVISO DE ALERTA!*** Para los extremadamente religiosos, dejar de leer AHORA, porque la Perra Mala del Oeste está a punto de dejar su opinión sin respeto.
No soy una erudita ni catedrática en las Sagradas Escrituras, como ya lo he mencionado anteriormente, aunque nunca he oído hablar de que en Viernes Santo -y de preferencia los días que le siguen hasta el Domingo de Resurrección- se deba comer pescado. Hasta donde entiendo, sólo se tiene que evitar el consumo de carnes rojas, porque se supone que te estás comiendo el cuerpo de Cristo y esas cosas. La verdad, es que si ese día decido hacerme un buen bistec, no me considero una caníbal, ¡puta, me estoy comiendo una vaca no más! Es más, a lo largo de mi vida (jamás revelaré mi edad, pero puedo decir que he vivido bastantes Semanas Santas), en más de alguna oportunidad he comido carne roja, y aún no me ha partido un rayo ni tampoco me he ido al infierno. El Vaticano tampoco se ha enterado de esto, así es que no he sido excomulgada hasta la fecha, ¿y saben qué? me he comido ese jugoso bistec sin remordimientos. No por rebeldía en contra de las tradiciones religiosas (respetable a quienes las siguen), sino porque simplemente no pienso en eso como un Pecado Capital. Bueno, está bien, probablemente cuando me muera y San Pedro me reciba en las puertas del cielo, me va a mandar de una sola patada en el culo al Infierno para hacerle compañía al cornudo con cola de flecha, más conocido como Satanás. Pero al final del día, sigo siendo la Wicked Bitch of the West, así es que probablemente mi caldero de oro en el infierno ya lo tengo ganado, independiente de haber comido carne cuando no se debe hacer.
Como sea, TODOS los años sin excepción, aparecen los reportajes en las noticias anunciando el alza del valor de pescados y mariscos. Miles de personas se quejan de cómo los precios suben al punto de transformarse en un verdadero robo a mano armada, ¡y siguen comprando a precios inflados! ¿es que no vieron el noticiero? o ¿simplemente sufren de amnesia temporal? Para esto, voy a citar una frase célebre de mi papá "advertidos doblemente idiotas" What a bunch of assholes! ¡Pero no! Se los advierten todos los años y sin embargo ahí parten todos a comprar pescado y quejarse después. ¡VALOOOOOOR!
Bien, vamos a comenzar con un ejercicio bastante sencillo.......un día antes del Viernes Santo, los invito cordialmente a echarle un ojo a sus heladeras y alacenas, ¿qué encontrarán ahí? No me digan que no tienen pastas y salsa de tomates, no me digan que no tienen una caja de puré de papas instantáneo, unos sobres de sopa, huevos, arroz, pollo en el congelador (entre otros), ¡y nada de eso es carne roja, pero sigue siendo un almuerzo/cena! Eviten todo tipo de carnes si quieren, pues entonces no hace nada de mal hacer una dieta vegetariana sólo por un día. Y a diferencia mía, les aseguro que al infierno no se van a ir.
Cambiando un poco de tema, quiero aclarar la razón por la cual considero Semana Santa el feriado más aburrido del calendario. En primer lugar, ligado a todas las prohibiciones sobre la comida mencionadas recientemente, y otros placeres culpables como el cigarro y alcohol -placeres también prohibidos para los creyentes fanáticos durante estas fechas-.
Segundo, eso de estar asistiendo a misa prácticamente durante todo el fin de semana. Nunca me ha gustado ir a misa, porque eso de párate, siéntate, párate, siéntate, me cansa. Además jamás he logrado entender una sola palabra de lo que dice el cura. ¡Pareciera que están hablando dentro de un vaso! Sólo se escucha un murmullo, y al final termino copiando lo que hace el resto de los asistentes, sólo entonces sé que hay que rezar un Padre Nuestro o un Ave María.
Tercero, estoy más que harta de ver Jesus de Nazareth (la de Franco Zefirelli) en la televisión, ¡Hasta cuándo mierda! Hoy en día existen miles de producciones, bastante mejor realizadas que hablan de lo mismo ¿no pueden ser un poco más creativos con la programación? Esa cinta está ya tan vieja y usada, que hasta el audio es horrible, y se escucha un sonido de fondo, bastante molesto por cierto, muy parecido a la aguja sobre un disco con pelusas. Felizmente existen los canales pagados, y para mi suerte ese día justo estaban dando la tercera parte de El Hobbit, ¡un agrado! Pero para aquellos que no tienen la suerte de poder contratar cable, ¿qué pasa?.......a ver Jesús de Nazareth no más, o el Via Crucis directo desde El Vaticano.
Finalmente, me tocó estar en España durante una Semana Santa (viví en Madrid un año), y me topé con unas procesiones como sacadas de una película de terror. Donde fuera que iba,me encontraba con un tumulto de gente siguiendo una especie de estatua o imagen de Cristo (si tienen algún nombre en particular ni idea de eso), que se notaba a leguas que pesaba toneladas. Estas imágenes eran llevadas en los hombros de unos encapuchados que más parecían integrantes del Ku Klux Klan que seguidores del amor a la religión misma. Detrás los seguían cientos de creyentes llorando en histeria colectiva, y otros tantos auto flagelándose en la espalda al punto de sangrar.
Imaginen el siguiente cuadro, un Cristo con una cara de sufrimiento horrorosa y la sangre corriendo por su frente y cuerpo -que no logras sacarte de tu mente por largo tiempo- más los encapuchados al estilo Ku Klux Klan (que nada bueno hicieron en su vida más que matar inocentes), y a eso agregado las multitudes llorando sin parar, junto a los imbéciles que hacen penitencia dándose golpes a espalda desnuda, todo este recorrido ¡por kilómetros! Comprenderán que cuando vi eso, decir que me cagué de susto es poco, creo que la película El Exorcista es para niños en comparación a estas procesiones del terror, porque personalmente creo que no hay mejor palabra para describirlo y créanme que El Exorcista es LA película que ha logrado quitarme el sueño ¡por años!
¿Qué hice a continuación? ¡Salí cagando de ahí! ¡Llegué a echar humo corriendo! Me tomé un avión y me fui a visitar a una amiga en Londres para escapar de esa monstruosidad. Aunque estas demostraciones de fe, no son sólo en España, se realizan en varios países, y en algunos hasta llegan al extremo de crucificarse (práctica que por fin, creo, se ha prohibido, aunque no hace mucho).
Con todo esto, ¿realmente esperan que Semana Santa me guste o la disfrute? ¡No me gusta en lo absoluto! Sí ¡lo dije y qué! Y para los que me consideran una blasfema por decir esto, pues ya fueron advertidos de que no siguieran leyendo. ¡Advertidos de antemano! No se aceptan quejas posteriores.
Pero retomemos el tema principal que son las vísperas de feriado, lo de la Semana Santa es sólo un ejemplo (bastante largo, debo reconocer). ¿Qué es esta especie de paranoia que se genera porque el supermercado va a cerrar sólo un día? ¡Un día! ¡24 fucking horas! Si vas muy cercano a la hora de cierre, ya no hay nada, y los estantes están completamente pelados. Es como una especie de pandemonium que se crea como si el mundo se fuera a acabar. Han pasado décadas de la época del racionamiento, así es que no le veo el sentido. Por lo menos siempre tengo un paquete de fideos o unas salchichas congeladas para comer, así es que me importa un bledo si al día siguiente no tengo dónde ir a comprar comida. Y si no tienen nada, siempre existen los restaurantes. Se gastan la mitad del sueldo llenando los carros como locos y con desespero pensando que no habrá jamás reposición de los proveedores. Les aseguro que salir a comer fuera les va a salir más barato, y mejor aún, no tendrán que lavar platos después. ¿Y qué pasa cuando el supermercado abre nuevamente? Ahí parten los huevones a hacer las compras de la semana, como si ya no hubiesen comprado lo suficiente. Lo único que van a conseguir con esto, es que tiempo después se van a encontrar con una serie de alimentos vencidos y/o podridos, y olor a muerto que sale desde sus refrigeradores, o creando un nuevo ecosistema cultivando hongos, ¡y no! ¡no van a descubrir la cura al cáncer con eso! Así es que no lo usen como excusa.
¡Piensen con la cabeza mierda!
¡Lo dije y qué!
Wicked Bitch of the West
Ehhh Mathilda debo confesar que hacía lunas que no me reía tanto con algún comentario relacionado con "Semana Santa" y aunque soy católica y me confieso más de una vez al año, aunque también me cataloguen de hereje por festinar con una fecha cuyo objetivo es REFLEXIONAR y RESPETAR DESDE EL CORAZÓN, el sacrificio del hijo de Dios por la Humanidad, estoy completamente de acuerdo que en la actualidad la única preocupación de las personas es saturar el supermercado para desvalijarlo con la compra de mariscos como también aeropuertos con la última promoción de viaje a una playa tropical y por supuesto carreteras ,TODO EL JUEVES PREVIO A SEMANA SANTA, además de beberse hasta el agua del florero y juntarse con los amigos a comer un "asaito" tal cual lo sugiere un reclame archi- conocido y repetido......entonces me pregunto ¿ quién merece ir al cielo??? te aseguro que cada día somos menos.......
ResponderBorrarHola Magda! Qué excelente aporte! la verdad es que se me fue el detalle de la saturación de carreteras y aeropuertos en vísperas de feriados! Hay que ser valiente y armarse de mucha paciencia para querer salir de la ciudad en esas fechas claves.
BorrarY sí, tienes toda la razón de que en Semana Santa en particular, el jueves previo aprovechan de cometer todos los "pecadillos", supongo que para arrepentirse y pedir perdón después! jajajaja Seguramente fue por eso que quedé tan espantada con los penitentes de las procesiones.....qué habrá sido lo que hicieron el día anterior, para sacarse la chucha de esa forma! jajajaja.
Un beso!