Chilenos Todos, a Ustedes Me Dirijo.
El significado etimológico de la palabra........bien, no he terminado una línea y ya me convertí en una catedrática pajera.........vamos al grano y con palabras más simples.
Voy a referirme al chileno en general, que está lleno de defectos pero insisten en esconderlos y dar una imagen perfecta, mmmmm.........¡qué vergüenza!
Antes de comenzar, quiero dejar bien en claro, que YO, la Perra Mala del Oeste, soy nacida y criada en Chile. De padres chilenos también nacidos en el territorio nacional, y aunque mi apellido diga otra cosa, pues les cuento que no es más que un apellido, por lo tanto no pueden usarlo en mi contra porque lo que se hereda no me hace menos chilena. Es como la célebre frase "Padre es el que cría y no el que engendra", aquí aplico lo mismo, pero en base a la cultura y territorio donde nací y crecí. Al igual que todos los chilenos lectores, disfruto y vitoreo mi bandera con un partido de fútbol de la selección, me enorgullezco de ser chilena con cada fiesta nacional de independencia, y todas esas huevadas. Además -y aquí sí hago una distinción de otros chilenos- NO ¡tengo miedo de decir de dónde vengo cuando estoy en un país extranjero!, pese a la mala fama que con tanto esfuerzo nos han logrado crear fuera de nuestras fronteras.
Por todo esto, hoy me siento con la propiedad y libertad de criticar a mis propios compatriotas y comentar sobre recurrentes defectos, que veo y vivo a diario.
En primer lugar, comenzaré con lo básico (y sólo en esta oportunidad, hablaré en plural porque yo también soy chilena, así es que me incluyo en esta "radiografía" del chileno):
Los chilenos tenemos la mala costumbre de tirar la piedra y esconder la mano ¿alguien no está de acuerdo con esta afirmación? ¡Pues diga "YO"! ¡los desafío! Nos encanta hacernos los valientes y los choritos, pero a la hora de dar la cara, o cuando nos enfrentan, la gran mayoría miramos para otra parte y cerramos el pico, para evitar la eventual confrontación, y todo lo que teníamos de audacia, se nos va a la mierda en un abrir y cerrar de ojos. Nos juramos unos leones cuando queremos decirle a otra persona lo que pensamos, pero unos gatitos para responder después o asumir las consecuencias. Si podemos evadir dichas consecuencias, ¡mucho mejor!
Los chilenos tenemos la mala costumbre de tirar la piedra y esconder la mano ¿alguien no está de acuerdo con esta afirmación? ¡Pues diga "YO"! ¡los desafío! Nos encanta hacernos los valientes y los choritos, pero a la hora de dar la cara, o cuando nos enfrentan, la gran mayoría miramos para otra parte y cerramos el pico, para evitar la eventual confrontación, y todo lo que teníamos de audacia, se nos va a la mierda en un abrir y cerrar de ojos. Nos juramos unos leones cuando queremos decirle a otra persona lo que pensamos, pero unos gatitos para responder después o asumir las consecuencias. Si podemos evadir dichas consecuencias, ¡mucho mejor!
¿Aún no quieren reconocerlo? Pues de muestra un botón: cuando regresé a Chile luego de un largo año académico en Europa (ya entraré en ese punto), mi vuelo aterrizó en territorio nacional a una hora de alto tráfico de llegadas extranjeras. Venía agotada de horas y horas de interminables escalas y esperas, y me encuentro con el horror de otras tantas horas más en la fila de espera de Policía Internacional, sólo para que te pongan un jodido timbre en el pasaporte y finalmente poder poner un pie en el país que tanto extrañaba. Luego de haber perdido la cuenta de cuán larga fue mi espera (aunque poco no fue, porque sí recuerdo con exactitud que en ese momento estaba completamente de mal genio y a punto de sacar al asesino en serie que llevo en mí), llegó mi turno....¡Por fin!
Fui recibida por un "siempre amable y amistoso" (sarcasmo al 100%) funcionario público, con exceso de poder -o al menos eso es lo que creen-, que me saludó con un agradable "buenos días, cómo estuvo su vuelo", decorado con una amplia sonrisa (más sarcasmo), y una "melodiosa" voz de perro Rottweiler.
-¡PASAPORTE! (no te hablan, te gritan). Suavemente lo deposité en su ventanilla, y esto no es sarcasmo de mi parte, porque el tipo realmente me tenía ¡aterrada!.
-¡FORMULARIO DE INMIGRACIÓN! -pidió a continuación el Rottweiler, y para esas alturas, entre cansancio, falta de sueño y una ducha decente, yo andaba como en cámara lenta. Más se enojaba el tipo. Escribió un par de cosas en su computador, hasta que vino la pregunta del millón de dólares que me puso en peligro de ser deportada de mi propio país.
-¡HACE CUÁNTO QUE ESTÁ FUERA DEL PAÍS, SEÑORITA!
-Ehhhh, un año -contesté cada vez más enterrada en el suelo.
-¡Y ENTONCES DÓNDE ESTÁ EL PAPEL AMARILLO!
-¿¡Papel amarillo!? ¿Cua- cuál es e-ese?
-¡EL QUE LE ENTREGARON CUANDO SALIÓ DEL PAÍS! ¿¡ES QUE ACASO NO SABE QUE TIENE QUE GUARDARLO Y PRESENTARLO CUANDO ENTRA AL PAÍS NUEVAMENTE!?
¡Puta madre! ¡Ni idea del papel amarillo! Menos sabía que tenía que guardarlo como oro, so pena de no volver a ser chilena o pagar impuestos por ser "inmigrante ilegal". Después de un año de estudios, ensayos, cuadernos y libros apilados por todas partes, ¿realmente esperaba que yo guardara un puto volante amarillo de la Aduana?
Aparentemente mi cara de "ya no puedo más del cansancio" más el pánico a el Jinete del Apocalipsis, pareciera que tuvo una fracción de segundo de piedad, y se transformó en un cachorrillo (sólo una fracción de segundo, insisto). Me entregó un nuevo formulario para llenar, y a juzgar por mi expresión de angustia al ver la kilométrica fila de espera a mis espaldas, el cachorrillo me permitió llenarlo a un costado de la ventanilla, y volver a hacer el trámite sin tener que ponerme al final de la línea, mientras atendía a otros.
Aquí es cuando entramos los chilenos que insultan "entre dientes". Terminé de rellenar uno de los tantos formularios de Inmigración, y esperé pacientemente a que pasara la otra persona que estaba en la ventanilla, para poder entrar yo, lo cual hice (con el consentimiento de Policía Internacional), cuando escucho a mis espaldas el siguiente, y por cierto bastante desagradable, comentario: "¡Claro! Nosotros llevamos horas esperando en la fila, y ella llega y pasa sin respetar al resto". Sentí cómo el "mierdómetro" me subía a niveles críticos, y el encuentro con el Rottweiler de Inmigración, después de todo sirvió de algo, porque en ese instante pasé de ser una tímida Chihuahua a una peligrosa ¡Pitbull! Me di vuelta como una poseída y lo miré directamente a los ojos: ¡YO YA HICE MI FILA Y TAMBIÉN ESPERÉ HORAS!. Por supuesto que el tipo se hizo el tarado, miró para todos lados como diciendo "yo no fui, no es para mí", ignorándome por completo........¡típico chileno! (como dice una conocida publicidad).
Lo más probable, es que el "chorito" que me dijo eso, haya estado llegando de su primer viaje a Miami, segunda crítica al "típico chileno". No comprendo qué es lo que nos pasa por la cabeza o qué especie de botón se activa, que los chilenos que viajamos a Miami por primera vez, inmediatamente nos transformamos en "objeto de deseo", según nosotros, porque el ego se nos infla y nos creemos que somos superiores al resto, sólo comparables con la última coca cola del desierto. En otras palabras, se nos levanta la raja. ¿Y para qué tanto show con eso? ¿Nos creemos la muerte sólo por ir a vacacionar a un Estado de EEUU donde ni siquiera hablan inglés? ¡Media wea poh! ¡Uy, qué gran mérito! ¿Por qué creen que el Luis Jara se compró departamento en Miami? ¡Porque allá no tiene que hablar inglés! ¡Sí, lo dije y qué!
Y esto de viajar al extranjero, va de la mano con otro tema......los chilenos somos envidiosos y unos resentidos, ¡sí, lo somos! Nosotros, siempre vamos a querer lo que tiene el otro, o bien competir con lo que tiene el vecino. Nunca estamos agradecidos de lo que tenemos, sino que para el chileno, "el pasto siempre es más verde al otro lado de la valla". Es como medir fuerzas, ¿quién tiene el mejor auto? ¿Quién tiene la casa más linda y más grande? ¿Quién se va de vacaciones todos los años a Punta Cana o......Miami? ¿Quién tiene el celular de última generación? ¿¡Quién tiene el pico más grande!?, y así sucesivamente. Lo que no sabe el vecino, es que para lograr ganar esta competencia que nos hemos autoimpuesto, estamos endeudados ¡hasta el culo!, y por desgracia serán deudas que heredarán hasta cuatro generaciones más, porque no aprendemos. En nuestra carrera por querer demostrar lo que NO somos, seguimos pidiendo y estirando créditos en cuanto banco o casa comercial exista.
Concretamente con el tema de los viajes, es cuando a veces se nos nota más la envidia y el resentimiento. Otro ejemplo......durante mi vida, he tenido la suerte de viajar mucho y hasta estudié un año en España, (de paso agradezco a mis padres por haberme regalado esa oportunidad). Si se fijan mejor, la palabra "suerte" está destacada y subrayada ¿por qué? ¡PORQUE NO ME ESTOY JACTANDO DE NADA NI TAMPOCO SACANDO EN CARA LAS BUENAS OPORTUNIDADES DE LA VIDA! Al contrario, estoy agradecida de ello, pero los chilenos no siempre lo vemos desde ese punto de vista. Más bien sacamos a relucir nuestra envidia con un comentario del estilo: "¡Eeeeeella poh, la viajera! La que conoció al Ratón Mickey, mientras nosotros el resto de los pobres cristianos viajamos en bus haciendo escala en Isla Negra, el Tabo y El Quisco, comiendo huevo duro", y esto me pasó tantas veces, que al final opté por no decir nada. Lo curioso, es que nadie fue capaz de decirme en mi propia cara "qué envidia siento de ti", sencillamente eligieron esconder la frase detrás de un comentario mordaz que logró que me sintiera como la caca misma. ¿Acaso nos resulta tan difícil ser honestos y decir lo que pensamos? ¿Podremos alguna vez sentirnos contentos de los logros de otros sin pensar que nos lo están refregando en la cara? Porque al final del día concluimos lo que queremos concluir, y no lo que realmente la otra persona dijo. Somos campeones para dar vuelta las cosas y tomarlas como un insulto personal, que tal o cual persona habla de lo bueno en su vida, con el fin de presumir. Bueno, sí existe una gran cantidad de gente en este país que sí lo hace con este propósito, y realmente disfrutan de "contar plata frente a los pobres", y lo encuentro una crueldad y estupidez, así es que para ese grupo de idiotas, sólo les doy este corto mensaje: Fuck you all!, mientras les muestro el dedo del medio.
Creo que la raíz de esa envidia intrínseca de nosotros, responde a que queremos ser como la persona que está a nuestro lado, y solitos comenzamos a compararnos. Sin ir más lejos, el legendario odio hacia nuestros vecinos argentinos, no creo que responda a territorios perdidos en guerras o a que ellos insistan en tomar gran parte de la Patagonia e islas del Sur, e integrarlas a su mapa político. No mis queridos, los odiamos porque ellos (tanto hombres como mujeres) tienen realmente lo que se llama ACTITUD, son guapos, simpáticos y con una gran personalidad, de la que nosotros carecemos, y se creen el cuento, algo que nosotros no logramos igualar, pero sólo porque elegimos ser así. Somos negativos y derrotistas por naturaleza, y a ese paso, jamás vamos a lograr tener una actitud positiva, ¿acaso existe un chileno que le tenga fe al producto nacional? ¡ninguno!. Cuando vemos la etiqueta "Made in Chile" pasamos de largo y compramos lo que dice "Made in USA"........¿es mentira esto? nuevamente, el que cree lo contrario, ¡que diga yo!
Creo que la raíz de esa envidia intrínseca de nosotros, responde a que queremos ser como la persona que está a nuestro lado, y solitos comenzamos a compararnos. Sin ir más lejos, el legendario odio hacia nuestros vecinos argentinos, no creo que responda a territorios perdidos en guerras o a que ellos insistan en tomar gran parte de la Patagonia e islas del Sur, e integrarlas a su mapa político. No mis queridos, los odiamos porque ellos (tanto hombres como mujeres) tienen realmente lo que se llama ACTITUD, son guapos, simpáticos y con una gran personalidad, de la que nosotros carecemos, y se creen el cuento, algo que nosotros no logramos igualar, pero sólo porque elegimos ser así. Somos negativos y derrotistas por naturaleza, y a ese paso, jamás vamos a lograr tener una actitud positiva, ¿acaso existe un chileno que le tenga fe al producto nacional? ¡ninguno!. Cuando vemos la etiqueta "Made in Chile" pasamos de largo y compramos lo que dice "Made in USA"........¿es mentira esto? nuevamente, el que cree lo contrario, ¡que diga yo!
En mi caso particular, admito que he viajado y mucho, admito que hubo una época en que fui "rica y famosa" y tuve todo lo que quise, admito que tuve el privilegio de ser una niña consentida que todo lo obtenía, admito que fui educada en uno de los mejores colegios de la zona.....¿y qué? ¿debo sentir vergüenza de ello? ¿tengo que quedarme callada para no herir susceptibilidades? ¿saben qué? ¡Esa es la vida que me tocó vivir!, así es que.......¡Pico para el que lee! ¡lo dije y qué!
¿Creen que aquí termino con este tema? ¡Noooooooo! La Perra Mala del Oeste recién está entrando en calor, aún queda mucho por decir, y lo más probable es que igual me quede corta, así es que lo que se me quede en el tintero, lo dejo para los que quieran hacer aportes en los comentarios......¡si se atreven! je je je je.
Otro "típico chileno": somos mandados a hacer para malear los sistemas y cagar el tan esperado y necesario desarrollo de este país. Queremos vivir y ser como los europeos, donde todo funciona bien y con fluidez, y más encima ¡nos quejamos de no ser como ellos!. Pero si eso no da resultado en Chile, es única y exclusivamente nuestra culpa. Resulta que los bancos aplicaron el sistema del chip en las tarjetas de crédito y débito para evitar la clonación y que nos roben hasta la dignidad........pues aún no estaba en circulación, cuando ya habían descubierto cómo clonar el chip....¿quién fue?.......un chileno. Entró un hacker a los archivos de la Nasa o el Pentágono.....¿quién fue?........chileno. Bandas de ladrones en Europa.......chilenos. Estafadores de grandes compañías dentro y fuera de nuestro territorio.......uno o unos chilenos. A un personaje se le ocurrió patentar la Luna, sí la Luna, ese satélite que vemos todas las noches en el cielo, y cada vez que la nombraban, el personaje en cuestión recibía dinero por derechos de autor, ¿quién fue?.......un chileno! Jajajajajaja, debo confesar que de esto último no estoy segura, probablemente sea una leyenda urbana, pero lo he escuchado en más de una oportunidad, y si realmente sucedió, pues no me resulta extraño que haya sido un chileno. Pero esto sí me causa mucha gracia, no por querer sacar provecho económico de esto (que sí me da vergüenza ajena), pero lo encuentro realmente divertido por el ingenio y la ocurrencia. Creo que ni al mismísimo Stephen Hawkins se le habría ocurrido hacer tal cosa.
Antes de que llegara a Chile el nuevo sistema de locomoción colectiva y la vergüenza nacional llamada "Transantiago" (que por supuesto intentó copiar el sistema extranjero con los resultados que ya todos conocemos), viví en carne propia cómo funcionaba en España. ¡Una maravilla! Compraba un boleto de metro que podía ser mensual, semanal o diario, que me permitía viajar ilimitadamente durante una fecha establecida, y servía tanto para el metro como para los autobuses. Sólo se pagaba el pase mensual ¡y listo! Nada de estar recargando la tarjeta o que se acabara el saldo a mitad de mes por viajar en las horas puntas. ¡Nooooo! Un solo pago y un solo boleto para todo el mes. Es como El Señor de los Anillos....."Un boleto para gobernarlos a todos" ja ja ja. Lo primero que pensé, fue en lo estupendo y cómodo que esto sería ponerlo en práctica en Chile, pero por desgracia, salió a relucir mi propio chilenismo y la brillante idea se me fue a la mierda antes de terminar el pensamiento, porque inmediatamente me di cuenta de que esto de pagar una sola tarifa para ocupar el transporte de forma ilimitada durante un completo mes calendario, no iba a faltar el huevón que iba a aprovechar de usar la tarjeta para pasar al hermano, hermana, papá, mamá, abuelita y sus mascotas, por un solo precio y al mismo tiempo. Mmmmmm, no.......definitivamente esto no daría resultado en Chile sin que la empresa "metro" termine en la quiebra antes de la primera quincena. Supongo que el gobierno pensó igual que yo, y le puso ciertas restricciones a la cosa.......nuestra "estimada" tarjeta BIP, ¡es como el ajo! La recargo en la mañana, y por la tarde ya no tengo saldo suficiente para regresar a mi casa luego de un tedioso día laboral. ¡Puta! Para peor, siempre tratamos de copiar las cosas de otros países ¡y lo hacemos mal! ¡Típico chileno!
¿Más típico chileno? Nuestro deporte predilecto y lema de vida......sacar la vuelta, en otras palabras ¡FLO-JOS! Podemos ir caminando por la calle y pasar frente a un edificio de oficinas, ¿qué vamos a ver? a un montón de oficinistas fumando, hablando por celular, o "conversándose" un café, en medio del horario laboral (no en hora de colación). Cuántas veces no he entrado a una farmacia o tienda cualquiera, me paro frente al mesón esperando a ser atendida, pero en lugar de eso, siempre veo un grupo de señoritas conversando muy entretenidas, ignorando mi presencia. Esa mierda sí que me pone de malas. Entonces me veo mirándolas insistentemente intentando, sin éxito alguno por cierto, de hacer un poco de presión psicológica para que me atiendan. Ante el fracaso comienzo a carraspear y toser para llamar su atención...."ejem, ejem, cof cof" ¡Y sigue sin haber reacción! ¡Por la chucha! ¿¡Oye pedazo de idiota te pagan por venir a trabajar o por venir a hueviar!?. Ya para cuando tengo que ser directa y pedirles -no en buenos términos- que "por favor me atiendan", la tipa se me acerca con cara de hoyo por haberle interrumpido su importantísima tertulia, donde lo más probable es que se trataba de hablar mal de la compañera que ese día no fue a trabajar. Es en estos casos en que me gustaría que cada mesón de atención al cliente tenga una campanilla como la de los hoteles, y tocar la mierda hasta reventarles los tímpanos, ¡ahi seguro que me van a atender, y con la cara llena de risa!
En lo laboral, si no estamos sacando la vuelta o burlando el sistema para ganar horas extras (que nunca fueron realmente trabajadas), nos dedicamos a ser unos lame culos ¡consumados! "¡Ay jefecito! buenos días jefecito!" "¡Qué bien se le ve esa corbata jefecito!" "Escuché, jefecito, que se abrió un nuevo cargo de asistente muy bien pagado" "¿Quiere que le traiga un café jefecito? No es ninguna molestia".........y mientras estamos preparando el café para el jefe, la conversación con el compañero de trabajo es: "¡Ese viejo concha de su madre me tiene harto con sus huevadas! ¡Todo lo pide para ayer! ¡Es un maldito tirano, se la pasa calentando el asiento mientras somos nosotros los que trabajamos!".......llegamos donde el jefe a entregarle el café y......."Le puse 2 cucharadas de azúcar, tal como le gusta jefecito"........maricones sonrientes.
Y después se preguntan por qué Chile no es un país tan productivo y con mejor calidad de vida como los países escandinavos. La respuesta es simple ¡porque allá trabajan en serio! Mientras menos podamos trabajar y más rápido ganar plata, ¡mejor! Eso es lo que queremos, la plata fácil y sin esfuerzo alguno. Ahí es donde comienzan las estafas, las clonaciones de tarjetas, las llamadas del Cuento del Tío, colgarse al cable y/o Wifi del vecino, viene un desastre natural, y ahí ves a los huevones detrás del periodista, corriendo con todas las pantallas planas que sus manos puedan soportar......entre otros.....¡No hay salud que aguante!
Pero lejos el defecto favorito y más recurrente es el de dejar todo a última hora. En este país la expresión "No Dejes para Mañana lo que Puedes hacer Hoy", se interpreta de la siguiente forma: "Deja para Mañana lo que Puedas hacer Hoy".
Donde yo vivo, todos los años se pone una caseta para sacar el permiso de circulación en Marzo. Me divierto viendo cómo la primera quincena, la caseta está pelada, y las personas que atienden con una cara de sueño y aburrimiento que te hacen bostezar de sólo verlos. Con un poco de suerte, se puede ver un par de personas que se acercan a hacer el trámite. Pero cuando llega el 28 de Marzo y hasta el día 31, ¡ya me río a carcajadas! Filas que dan vuelta la cuadra de gente apurada tratando de sacar el permiso de circulación porque el tiempo se acaba, con cara de desagrado y molestos de la larga y tediosa espera ¡qué cara de raja!, y los pobres que trabajan haciendo el trámite, son verdaderos pulpos agobiados por el exceso de presión (de los mismos que decidieron ir a hacerlo el último día), a punto de llorar o de volarse los sesos, lo que venga primero. Yo no tengo automóvil, así es que me ahorro el trámite, pero justo este año mi papá me pidió el favor que lo hiciera por él, porque estaba fuera de la ciudad. Fui tranquilamente el 7 de Marzo (para ser bien exacta). Decir que me demoré 20 minutos de reloj, es mucho. Hasta me di el tiempo de conversar y reírme con la chica que me atendió. JA! Para fin de mes, me di el lujo de llevarme un paquete de palomitas de maíz, mis lentes 3D, y tomé palco para ver la cagada que se iba a armar. Me salió más barato que ir al cine.
Pero como todo lo malo siempre tiene algo bueno, y para los deprimidos con esta radiografía a los chilenos (y su conducta más que nada), en esta oportunidad no seré La Perra Mala del Oeste al 100%, y les voy a tirar una aspirina para subirle el ánimo a los que se sintieron identificados con mis palabras. Hay algo en lo que tenemos que sentirnos orgullosos y creo que el resto de las nacionalidades no lo tienen, y es el conocido humor e ingenio del "roto chileno". Es increíble la rapidez de mente que tienen para contestar a algo que les molesta y de manera muy divertida (no se confundan con eso de tirar la piedra y esconder la mano, no tiene nada que ver con eso), sino que la capacidad de reírnos de nosotros mismos y del resto, y hacer de todo un chiste. Cuando era una adolescente de colegio, tomé un autobús en plena hora punta. Aún estaba vacío porque era el inicio del recorrido, pero sabiendo lo que iba a pasar, me fui derecho a sentarme en el último asiento para facilitarme una salida segura en mi parada. A los pocos metros, el bus se fue llenando principalmente de obreros de la construcción que salían de sus trabajos. Faltaba aún para llegar a destino, y estábamos apretados como sardinas en lata, y la otra mitad colgando de las puertas. A pesar de todo, el chofer seguía recogiendo pasajeros, pero como ya no cabía ni un alfiler, el chofer pega un grito y dice medio mosqueado: "¡Se pueden hacer más para atrás por favor!" (ese por favor no sonó tan caballeroso en la realidad). Todos nos miramos con cara de "¿¡qué está diciendo este tipo!?" ¡no se podía mover ni un jodido dedo y nos exigía que nos juntáramos más! Hasta que apareció el "roto chileno" con la respuesta para el bronce: "Chist! ¡Si querís salgo pa'l patio también poh!". Yo estaba justo al lado del obrero, así es que el cague de risa no se hizo esperar. Han pasado años de esto, y aún me río como el primer día. Y esto sí es lo que más adoro del chileno, (ejemplos como este puedo dar muchos, pero no terminaría nunca de escribir, así es que se aceptan aportes).
Otro "típico chileno": somos mandados a hacer para malear los sistemas y cagar el tan esperado y necesario desarrollo de este país. Queremos vivir y ser como los europeos, donde todo funciona bien y con fluidez, y más encima ¡nos quejamos de no ser como ellos!. Pero si eso no da resultado en Chile, es única y exclusivamente nuestra culpa. Resulta que los bancos aplicaron el sistema del chip en las tarjetas de crédito y débito para evitar la clonación y que nos roben hasta la dignidad........pues aún no estaba en circulación, cuando ya habían descubierto cómo clonar el chip....¿quién fue?.......un chileno. Entró un hacker a los archivos de la Nasa o el Pentágono.....¿quién fue?........chileno. Bandas de ladrones en Europa.......chilenos. Estafadores de grandes compañías dentro y fuera de nuestro territorio.......uno o unos chilenos. A un personaje se le ocurrió patentar la Luna, sí la Luna, ese satélite que vemos todas las noches en el cielo, y cada vez que la nombraban, el personaje en cuestión recibía dinero por derechos de autor, ¿quién fue?.......un chileno! Jajajajajaja, debo confesar que de esto último no estoy segura, probablemente sea una leyenda urbana, pero lo he escuchado en más de una oportunidad, y si realmente sucedió, pues no me resulta extraño que haya sido un chileno. Pero esto sí me causa mucha gracia, no por querer sacar provecho económico de esto (que sí me da vergüenza ajena), pero lo encuentro realmente divertido por el ingenio y la ocurrencia. Creo que ni al mismísimo Stephen Hawkins se le habría ocurrido hacer tal cosa.
Antes de que llegara a Chile el nuevo sistema de locomoción colectiva y la vergüenza nacional llamada "Transantiago" (que por supuesto intentó copiar el sistema extranjero con los resultados que ya todos conocemos), viví en carne propia cómo funcionaba en España. ¡Una maravilla! Compraba un boleto de metro que podía ser mensual, semanal o diario, que me permitía viajar ilimitadamente durante una fecha establecida, y servía tanto para el metro como para los autobuses. Sólo se pagaba el pase mensual ¡y listo! Nada de estar recargando la tarjeta o que se acabara el saldo a mitad de mes por viajar en las horas puntas. ¡Nooooo! Un solo pago y un solo boleto para todo el mes. Es como El Señor de los Anillos....."Un boleto para gobernarlos a todos" ja ja ja. Lo primero que pensé, fue en lo estupendo y cómodo que esto sería ponerlo en práctica en Chile, pero por desgracia, salió a relucir mi propio chilenismo y la brillante idea se me fue a la mierda antes de terminar el pensamiento, porque inmediatamente me di cuenta de que esto de pagar una sola tarifa para ocupar el transporte de forma ilimitada durante un completo mes calendario, no iba a faltar el huevón que iba a aprovechar de usar la tarjeta para pasar al hermano, hermana, papá, mamá, abuelita y sus mascotas, por un solo precio y al mismo tiempo. Mmmmmm, no.......definitivamente esto no daría resultado en Chile sin que la empresa "metro" termine en la quiebra antes de la primera quincena. Supongo que el gobierno pensó igual que yo, y le puso ciertas restricciones a la cosa.......nuestra "estimada" tarjeta BIP, ¡es como el ajo! La recargo en la mañana, y por la tarde ya no tengo saldo suficiente para regresar a mi casa luego de un tedioso día laboral. ¡Puta! Para peor, siempre tratamos de copiar las cosas de otros países ¡y lo hacemos mal! ¡Típico chileno!
¿Más típico chileno? Nuestro deporte predilecto y lema de vida......sacar la vuelta, en otras palabras ¡FLO-JOS! Podemos ir caminando por la calle y pasar frente a un edificio de oficinas, ¿qué vamos a ver? a un montón de oficinistas fumando, hablando por celular, o "conversándose" un café, en medio del horario laboral (no en hora de colación). Cuántas veces no he entrado a una farmacia o tienda cualquiera, me paro frente al mesón esperando a ser atendida, pero en lugar de eso, siempre veo un grupo de señoritas conversando muy entretenidas, ignorando mi presencia. Esa mierda sí que me pone de malas. Entonces me veo mirándolas insistentemente intentando, sin éxito alguno por cierto, de hacer un poco de presión psicológica para que me atiendan. Ante el fracaso comienzo a carraspear y toser para llamar su atención...."ejem, ejem, cof cof" ¡Y sigue sin haber reacción! ¡Por la chucha! ¿¡Oye pedazo de idiota te pagan por venir a trabajar o por venir a hueviar!?. Ya para cuando tengo que ser directa y pedirles -no en buenos términos- que "por favor me atiendan", la tipa se me acerca con cara de hoyo por haberle interrumpido su importantísima tertulia, donde lo más probable es que se trataba de hablar mal de la compañera que ese día no fue a trabajar. Es en estos casos en que me gustaría que cada mesón de atención al cliente tenga una campanilla como la de los hoteles, y tocar la mierda hasta reventarles los tímpanos, ¡ahi seguro que me van a atender, y con la cara llena de risa!
En lo laboral, si no estamos sacando la vuelta o burlando el sistema para ganar horas extras (que nunca fueron realmente trabajadas), nos dedicamos a ser unos lame culos ¡consumados! "¡Ay jefecito! buenos días jefecito!" "¡Qué bien se le ve esa corbata jefecito!" "Escuché, jefecito, que se abrió un nuevo cargo de asistente muy bien pagado" "¿Quiere que le traiga un café jefecito? No es ninguna molestia".........y mientras estamos preparando el café para el jefe, la conversación con el compañero de trabajo es: "¡Ese viejo concha de su madre me tiene harto con sus huevadas! ¡Todo lo pide para ayer! ¡Es un maldito tirano, se la pasa calentando el asiento mientras somos nosotros los que trabajamos!".......llegamos donde el jefe a entregarle el café y......."Le puse 2 cucharadas de azúcar, tal como le gusta jefecito"........maricones sonrientes.
Y después se preguntan por qué Chile no es un país tan productivo y con mejor calidad de vida como los países escandinavos. La respuesta es simple ¡porque allá trabajan en serio! Mientras menos podamos trabajar y más rápido ganar plata, ¡mejor! Eso es lo que queremos, la plata fácil y sin esfuerzo alguno. Ahí es donde comienzan las estafas, las clonaciones de tarjetas, las llamadas del Cuento del Tío, colgarse al cable y/o Wifi del vecino, viene un desastre natural, y ahí ves a los huevones detrás del periodista, corriendo con todas las pantallas planas que sus manos puedan soportar......entre otros.....¡No hay salud que aguante!
Pero lejos el defecto favorito y más recurrente es el de dejar todo a última hora. En este país la expresión "No Dejes para Mañana lo que Puedes hacer Hoy", se interpreta de la siguiente forma: "Deja para Mañana lo que Puedas hacer Hoy".
Donde yo vivo, todos los años se pone una caseta para sacar el permiso de circulación en Marzo. Me divierto viendo cómo la primera quincena, la caseta está pelada, y las personas que atienden con una cara de sueño y aburrimiento que te hacen bostezar de sólo verlos. Con un poco de suerte, se puede ver un par de personas que se acercan a hacer el trámite. Pero cuando llega el 28 de Marzo y hasta el día 31, ¡ya me río a carcajadas! Filas que dan vuelta la cuadra de gente apurada tratando de sacar el permiso de circulación porque el tiempo se acaba, con cara de desagrado y molestos de la larga y tediosa espera ¡qué cara de raja!, y los pobres que trabajan haciendo el trámite, son verdaderos pulpos agobiados por el exceso de presión (de los mismos que decidieron ir a hacerlo el último día), a punto de llorar o de volarse los sesos, lo que venga primero. Yo no tengo automóvil, así es que me ahorro el trámite, pero justo este año mi papá me pidió el favor que lo hiciera por él, porque estaba fuera de la ciudad. Fui tranquilamente el 7 de Marzo (para ser bien exacta). Decir que me demoré 20 minutos de reloj, es mucho. Hasta me di el tiempo de conversar y reírme con la chica que me atendió. JA! Para fin de mes, me di el lujo de llevarme un paquete de palomitas de maíz, mis lentes 3D, y tomé palco para ver la cagada que se iba a armar. Me salió más barato que ir al cine.
Pero como todo lo malo siempre tiene algo bueno, y para los deprimidos con esta radiografía a los chilenos (y su conducta más que nada), en esta oportunidad no seré La Perra Mala del Oeste al 100%, y les voy a tirar una aspirina para subirle el ánimo a los que se sintieron identificados con mis palabras. Hay algo en lo que tenemos que sentirnos orgullosos y creo que el resto de las nacionalidades no lo tienen, y es el conocido humor e ingenio del "roto chileno". Es increíble la rapidez de mente que tienen para contestar a algo que les molesta y de manera muy divertida (no se confundan con eso de tirar la piedra y esconder la mano, no tiene nada que ver con eso), sino que la capacidad de reírnos de nosotros mismos y del resto, y hacer de todo un chiste. Cuando era una adolescente de colegio, tomé un autobús en plena hora punta. Aún estaba vacío porque era el inicio del recorrido, pero sabiendo lo que iba a pasar, me fui derecho a sentarme en el último asiento para facilitarme una salida segura en mi parada. A los pocos metros, el bus se fue llenando principalmente de obreros de la construcción que salían de sus trabajos. Faltaba aún para llegar a destino, y estábamos apretados como sardinas en lata, y la otra mitad colgando de las puertas. A pesar de todo, el chofer seguía recogiendo pasajeros, pero como ya no cabía ni un alfiler, el chofer pega un grito y dice medio mosqueado: "¡Se pueden hacer más para atrás por favor!" (ese por favor no sonó tan caballeroso en la realidad). Todos nos miramos con cara de "¿¡qué está diciendo este tipo!?" ¡no se podía mover ni un jodido dedo y nos exigía que nos juntáramos más! Hasta que apareció el "roto chileno" con la respuesta para el bronce: "Chist! ¡Si querís salgo pa'l patio también poh!". Yo estaba justo al lado del obrero, así es que el cague de risa no se hizo esperar. Han pasado años de esto, y aún me río como el primer día. Y esto sí es lo que más adoro del chileno, (ejemplos como este puedo dar muchos, pero no terminaría nunca de escribir, así es que se aceptan aportes).
Con todo esto, seguramente pensarán que soy una hipócrita por ser chilena y sacar a relucir nuestros propios defectos (sin censura ni palabras bonitas) como si yo fuera la mujer perfecta que sólo tiene virtudes y ninguna de las imperfecciones mencionadas. ¡Pues les tengo noticias! ¡no soy la hipócrita con doble discurso que creen!, en más de una oportunidad he cometido estos mismos errores, con la diferencia que fui valiente como para asumirlos y aprender de ello intentando corregir y no ser una reincidente, algo que no puedo decir muchos otros, que optan por el facilismo de hacerse los huevones, y decir "yo no fui".........sacrilegio!!!!!!
Ahora bien, pueden decir que esto no sucede solamente en Chile, que pasa también en otros países (en especial cuando me refiero al abuso de poder del empleado público). Si quieren comparar todo lo dicho con otros países ¡bien!, peeeeeeeeeeero, yo estoy hablando única y exclusivamente de la idiosincracia chilena. Si consideran que esto también ocurre más allá de nuestras fronteras, y los hace sentir mejor o no querer asumir una verdad que pocos se atreven a decir, ¡pues es su problema! "Problema de muchos, consuelo de tontos".
Voy a ser honesta y no les voy a mentir, estamos llenos de defectos, algunos bastante censurables que se deben corregir, sin embargo, soy chilena de corazón, y amo mi país y a mi gente. Pero me avergüenzo de tener que confesar que tuve que vivir un año en el extranjero para darme cuenta de esto, y de que no quiero vivir en otra parte que no sea mi querido Chilito. ¡VIVA CHILE MIERDA!
¡Lo dije y qué!
Ahora bien, pueden decir que esto no sucede solamente en Chile, que pasa también en otros países (en especial cuando me refiero al abuso de poder del empleado público). Si quieren comparar todo lo dicho con otros países ¡bien!, peeeeeeeeeeero, yo estoy hablando única y exclusivamente de la idiosincracia chilena. Si consideran que esto también ocurre más allá de nuestras fronteras, y los hace sentir mejor o no querer asumir una verdad que pocos se atreven a decir, ¡pues es su problema! "Problema de muchos, consuelo de tontos".
Voy a ser honesta y no les voy a mentir, estamos llenos de defectos, algunos bastante censurables que se deben corregir, sin embargo, soy chilena de corazón, y amo mi país y a mi gente. Pero me avergüenzo de tener que confesar que tuve que vivir un año en el extranjero para darme cuenta de esto, y de que no quiero vivir en otra parte que no sea mi querido Chilito. ¡VIVA CHILE MIERDA!
¡Lo dije y qué!
Perra Mala del Oeste
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